Milonga de Borges, J. L. (Para las seis cuerdas. 1965)
MILONGA PARA LOS ORIENTALES
MILONGA QUE ESTE porteño
Dedica a los orientales,
Agradeciendo memorias
De tardes y de ceibales.
El sabor de lo oriental
Con estas palabras pinto;
Es el sabor de lo que es
Igual y un poco distinto.
Milonga de tantas cosas
Que se van quedando lejos;
La quinta con mirador
Y el zócalo de azulejos.
En tu banda sale el sol
Apagando la farola
Del Cerro y dando alegría
A la arena y a la ola.
Milonga de los troperos
Que hartos de tierra y camino
Pitaban tabaco negro
En el Paso del Molino.
Milonga del primer tango
Que se quebró, nos da igual,
En las casas de Junín
O en las casas de Yerbal.
Como los tientos de un lazo
Se entrevera nuestra historia,
Esa historia de a caballo
Que huele a sangre y a gloria.
Milonga de aquel gauchaje
que arremetió con denuedo
En la pampa, que es pareja,
O en la Cuchilla de Haedo.
¿Quién dirá de quienes fueron
Esas lanzas enemigas
Que irá desgastando el tiempo,
Si de Ramírez o Artigas?
Para pelear como hermanos
Era buena cualquier cancha;
Que lo digan los que vieron
Su último sol en Cagancha.
Hombro a hombro o pecho a pecho,
Cuántas veces combatimos.
¡Cuántas veces nos corrieron,
Cuántas veces los corrimos!
Milonga del olvidado
Que muere y que no se queja;
Milonga de la garganta
Tajeada de oreja a oreja.
Milonga del domador
De potros de casco duro
Y de la plata que alegra
El apero del oscuro.
Milonga de la milonga
A la sombra del ombú,
Milonga del otro Hernández
Que se batió en Paysandú.
Milonga para que el tiempo
Vaya borrando fronteras;
Pro algo tienen los mismos
Colores las dos banderas.
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